SÚPLICA A MI AMIGO

Publicado en por Letras Lésbicas (newlifeles@hotmail.com)

SÚPLICA A MI AMIGO

Tú siempre estás conmigo,

ayúdame hoy amigo.

Con tu enorme fuerza,

aléjala con destreza.

 

Con mis manos dolidas

recurro a súplicas ardidas

porque necesito olvidarla,

es preciso disiparla.

 

Ancestral amigo eres el indicado

para llevártela de mi lado.

Con tan sólo el aire por aliado

y el segundero como rifle afilado.

 

Hago este pedido porque ella se ha ido.

Tomó el primer tren y ha huido.

Dijo amarme pero todo ha destruido,

se fue con otra y lo nuestro tuvo olvido.

 

Tienes por allegados al letargo,

al silencio y el espacio, sin embargo

aún más suplico que conmemores

y traigas cambios, días y noches.

 

Que a mi alma abraces y cures,

le digas que después de tus acciones

le darás consuelo y grandes roces,

de anhelos, ganancias y amores.

 

Tocarte es tan difícil, pero verte fácil.

Si te apuesto a ti, sé que serás táctil.

Pues te han marcado con objetos

aunque seas más grande que esos.

 

Porque organizas y disuelves

lo que dicen ser días o meses.

Utiliza esas armas entonces,

dale a mi mente alivio y creces.

 

Es así como el enamorado herido

te implora consuelo en un olvido.

Es a ti: Tiempo, mi confiable amigo,

Toma mi alma y trabaja conmigo.

 

Autora: Newlifeles

newlifeles@hotmail.com

Etiquetado en CORAZÓN DESTROZADO

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A
Que bonito... Me ha gustado mucho..!!Ya he leido algunos con anterioridad. Y me gustaría particpiar con algo de lo que yo he escrito.
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M
Que sea tu piel la que me explique tus sentimientos, mientras mis manos hacen el resto. Que la claridad de tu calor penetre en mí y se aloje, inmadura, impregnada de pureza. Así, así mi amor, conociéndonos en cada centímetro de nuestros deseos, delirios y sudores, en cada silueta virginal. Estás desnuda ante mí y ante la realidad que a cada instante brilla en nuestras pupilas. El miedo, inquieto, no es parte de este momento -dejémoslo ir-. Esos latidos que sentimos bajo el vientre, son labios que desean bajar más allá en ese camino a la intimidad y estimular ese refugio de fuego entre nuestras piernas que nos reclaman, desmedidas. Me encanta que seas así, constante como el perfume en la memoria de los amantes. Eres pequeña y rica mi amor, la creadora de mis palabras que nacen de ti y no de mí, temperatura agitada en nuestros cuerpos... febril instante que dibujamos sólo por amor.
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